Durante la Semana Santa se celebra en TU CATEDRAL una de las liturgias que le son propias al templo madre de nuestra diócesis: la Misa Crismal. Esta celebración tiene una relación directa con la vida cristiana de todos los laicos de nuestra Iglesia particular. Pero ¿conoces qué se realiza en esta celebración?
¿Qué es la Misa Crismal?
Esta Eucaristía presidida por el señor obispo y concelebrada por los sacerdotes de la diócesis (por desgracia este año no ha podido ser así por la crisis del COVID-19), es la celebración en la que se consagra el Santo Crisma, de aquí el nombre de Misa Crismal, y además se bendicen los restantes óleos o aceites, para los enfermos y los catecúmenos.

¿Qué es el Crisma?
Crisma es una palabra que proviene del latín y significa unción. El santo Crisma se usa en varios sacramentos, con él son ungidos los nuevos bautizados, son signados los que reciben la confirmación y son ordenados los obispos y sacerdotes.
Además se usa para otras funciones como por ejemplo en la consagración de templos o altares. Para lo primero, el obispo unge los muros de la iglesia, esta unción se hace en cuatro o doce cruces distribuidas en la nave. Para la consagración de un altar, tras la oración de dedicación, el obispo se quita la casulla, recibe la mitra y se acerca al altar. Ahí un diácono le acerca el recipiente con el crisma y procede a ungir el altar.
La consagración del crisma es considerada como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo. El crisma se hace con óleo y aromas o materia olorosa.

¿Qué son los óleos?
Es importante recordar que no es lo mismo el Santo Crisma que el óleo de los catecúmenos y de los enfermos, estos últimos sólo son bendecidos, no consagrados.
El óleo de los catecúmenos aporta a estos, que se preparan para al recibir el bautismo, fortaleza en la lucha de la vida cristiana. Un catecúmeno es una persona que desea recibir el bautismo y que se hace instruir con este designio.
La oración de bendición dice:
Bendice este óleo y concede tu fortaleza a los catecúmenos que han de ser ungidos con él, para que al aumentar en ellos el conocimiento de las realidades divinas y la valentía en el combate de la fe, vivan más hondamente el evangelio de Cristo, y emprendan animosos la tarea cristiana.
El óleo de los enfermos confiere a los mismos fortaleza en la cruz de su enfermedad y, si Dios lo quiere, la sanación de la misma, así ya lo dice la carta de Santiago. Se usa en el sacramento de la unción de los enfermos.
En la bendición de la Misa Crismal se dice:
Bendice este óleo para que cuantos sean ungidos con él sientan en cuerpo y alma tu divina protección y experimenten alivio en sus enfermedades y dolores.

¿Desde cuándo se viene celebrando la Misa Crismal en la actual Catedral de Córdoba?
Si el conjunto monumental Mezquita-Catedral de Córdoba fue consagrado en su totalidad Catedral en 1239 y desde ese momento se ha venido celebrando el culto católico de forma ininterrumpida, por ejemplo la Eucaristía diaria, podríamos afirmar, con poco margen de duda, que la Misa Crismal se viene celebrando entre los muros del templo madre de nuestra diócesis desde hace casi 8 siglos.