Si ha principios de 2020 nos hubieran dicho que viviríamos una situación como esta no nos lo hubiéramos creído. La crisis del coronavirus, que nos ha hecho sentirnos parte de una película de ciencia ficción, ha puesto en jaque a todo el mundo. Lo que veíamos importante ahora no lo es, todas las citas y proyectos que teníamos han sido anulados en pos de una empresa mejor, salvar vidas. Estamos de acuerdo que situaciones como estas, únicas en la historia, pueden sacar lo mejor y lo peor de las personas. Parecía impensable que pudiéramos salir todos los días a aplaudir a los que se enfrentan al virus y lo hacemos. Empresas de diferentes sectores se reinventar y trabajan para aportar su granito de arena a la lucha contra este enemigo invisible: donando material, llevando comida a los hospitales, ayudando a las personas sin hogar. La Iglesia no se queda atrás y son muchas las diócesis que donan recursos económicos, materiales, inmuebles incluso recursos humanos para salvar vidas.
El Cabildo Catedral no se ha quedado atrás y ha donado 100.000€ destinados a la compra de material sanitario. Dicha cantidad se canalizará a través de la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, a fin de ayudar a aquellos que sufren la enfermedad y por supuesto a quienes la combaten en los hospitales y centros de salud. D. Manuel Pérez Moya, deán-presidente del Cabildo Catedral, afirma que “en una situación así, y como siempre ha hecho, el Cabildo quiere estar al lado de la sociedad cordobesa y, en especial, al lado de quienes más lo necesitan. En esta crisis, todos debemos ayudar y el Cabildo quiere así aportar su granito de arena porque lo más importante en esta situación son las personas”.
El Cabildo, además de la donación de recursos económicos, ha puesto a disposición de las autoridades una impresora 3D para la fabricación de material sanitario. De esta forma se pueden fabricar 15 unidades de viseras protectoras al día, que irán destinadas al Hospital Reina Sofía de Córdoba. Es precisamente esta una de las principales reclamaciones del personal sanitario, la falta de equipamientos de protección individuales, conocidos como EPIS, que deja expuestos a los profesionales a un posible contagio de coronavirus.

Junto a la crisis sanitaria, la inestabilidad laboral y las medidas económicas son de gran preocupación para los españoles y acrecientan la incertidumbre ante el futuro. En este ámbito, el Cabildo se ha comprometido a mantener el empleo de todos sus trabajadores que, entre internos y externos, suman 151 puestos de trabajo. De esta forma se demuestran las palabras del deán-presidente que declaraba que “el personal del Cabildo es lo más importante de esta institución ya que es su trabajo diario, su dedicación e ilusión por hacer las cosas bien, lo que permite que todos podamos disfrutar de la Mezquita-Catedral, y en un contexto así queremos estar con ellos”.
Al comienzo de la declaración del estado de alarma, el Cabildo acordó el cierre total de la Mezquita-Catedral como medida de responsabilidad y para proteger la salud de sus empleados y sus familias. Únicamente se mantiene el culto que es retransmitido mediante plataformas y medios de comunicación, contando con el personal mínimo para llevar a cabo estos servicios.
Tal y como muchos afirman, piensan o creen, la Iglesia no se ha quedado al margen de la crisis del coronavirus, como tampoco se ha quedado al margen de los difuntos, enfermos, sanitarios, trabajadores de supermercado, farmacéuticos, transportistas, fuerzas de seguridad… La Iglesia, en sus diferentes instituciones y realidades, sigue buscando anunciar y vivir el Evangelio en todas las circunstancias de la vida, incluso las que nunca hubiéramos imaginado vivir.
El Cabildo Catedral de Córdoba lleva gestionando el conjunto monumental Mezquita-Catedral, de forma ininterrumpida, desde que este fue consagrado catedral católica en 1239.
El dato